El Cardenal León José Suenens habla
sobre el Rosario en su libro Teología del Apostolado de la Legión
de María
Uno de los más hermosos textos sobre el
Rosario
...Se rece su tercera parte o los quince
misterios que lo integran siempre entendemos que no se trata de una
oración meramente vocal sino de una oración vivificada por la mediación
de los misterios que evoca. Parémonos unos instantes siquiera a considerar
el espíritu intimo del rosario para mostrar los tesoros espirituales
que encierra este salterio de la Virgen como le han llamado los Romanos
Pontífices.
Primeramente recordemos que no se nos pide
amar el rosario, porque sea una oración muy agradable y nos guste recitarlo
desgranando una a una las tres coronas de Avemarías. Quizá, por el contrario,
a otros parecerá una reiteración monótona y fastidiosa, en la que las
distracciones son casi inevitables. Si la Iglesia desea vivamente que
sus hijos tengan afecto esta práctica es, sin duda, por ser muy del
agrado de la Reina del cielo. Y a nosotros nos debe bastar con saber
que nuestra Madre gusta de oír el suave murmullo de esta plegaria: esto
es todo.
León XIII ha publicado quince encíclicas
sobre el rosario, para que nadie alegue ignorancia sobre el lugar preeminente
que la Iglesia reserva a esta oración. El Santo Papa Pío X decía: "Dadme
un ejercito que rece el rosario y lograre con el conquistar el mundo"
La. Iglesia se oferta a ser este ejército aguerrido: el rosario será
su espada de combate Y el mismo Papa ha dejado estampadas estas líneas
que traicionan su alma de santo. "De todas las oraciones, el rosario
es la más bella y la más rica en gracias, aquella que agrada más a la
Santísima Virgen María. Amad, pues, el rosario y recitadlo con espíritu
de piedad todos los días; es el testamento que os dejo a fin de que
os acordéis de mí." Estas palabras son, indudablemente, el eco de una
larga experiencia dulcemente vivida
Se podría multiplicar indudablemente
los testimonios de la Iglesia y de los santos. Queremos, sin embargo,
en este comentario de la Promesa(legionaria) limitarnos a considerar
el rosario bajo un aspecto peculiar es decir, en cuanto es medio para
fomentar nuestra devoción al Espíritu Santo, meta final de la Promesa.
El rosario misterio de comunión con el Espíritu Santo He aquí lo que
oculta el rosario y que descubre el que penetra en su realidad intima,
y percibe la unidad que encierran estas alabanzas engarzadas, y advierte
el hilo que liga los anillos de esta cadena. Para ello, basta comprender
que esta oración es más oración de María que oración nuestra aquí está
la clave de su poder y de su encanto sobre el corazón de Dios. Mientras
nuestros dedos desgranan las cuen-tas del rosario pronunciando devotamente
las Avemarías la Virgen Santa las transforma en un canto inefable que
sólo el paraíso es digno de escuchar, Se opera un cambio parecido al
que tiene lugar en nuestros instrumentos musicales, sobre el disco del
gra-mófono se posa la sutil aguja de acero e inmediatamente comienza
el girar monótono de la placa Un espectador sordo no oirá nada y no
se explicará el porque de juego tan estéril y aburrido Pero el espectador
normal comenzará a escuchar una voz sonora, emitida de un modo misterioso
por la pequeña aguja que gira incansablemente. Bien presto se elevara
una melodía grandiosa y bella, que deleita y entusiasma. He aquí una
pálida imagen de la situación que ha lugar en el rezo del santo rosario,
cuando elevo esta plegaria en unión con María. Desde que me hallo unido
a Ella como la punta de la aguja sobre el disco, por un acto de íntima
adhesión y al mismo tiempo voy desgranando las cuentas del rosario,
María se apropia el movimiento de mi oración y es Ella quien en mi lugar
canta ante Dios el Aleluya de su dicha, el fiat de su dolor, el amén
de su gloria. Y he aquí que todo el cielo está como a la escucha de
María que ofrenda a Dios los sentimientos de su corazón inmaculado.
Este canto es una comunión continua con
el divino Espíritu, que obra en Jesús y en Ella al mismo tiempo los
misterios que el rosario conmemora. Porque desde el misterio gozoso
de la Anunciación hasta el glorioso de la Coronación de la Virgen santa
en la gloria, asistimos a la evocación de los momentos Culminantes de
su docilidad a la acción del Espiritu Santo, El rosario comienza por
el mensaje del ángel que invita a María a entregarze sin demora a la
operación del Divino Espíritu. Es la magnifica obertura de la más grandiosa
e incomparable historia de los siglos. Al desarrollarse esta historia
admiramos en cada una de las etapas de la existencia de la Santísima
Virgen el soberano ímpetu que la impele a cumplir los santos y divinos
designio, según el Espíritu se los va manifestando entre transportes
de gozo, desgarros de dolor y fulgores de gloría. Nos parece percibir
el delicado y entusiasta crescendo del ímpetu santo del alma de María.
María se va uniendo más y más al misterio
de amor que revelan las operaciones de Dios en Ella, operaciones que
se van realizando ya entre espesas tinieb1as, ya entre luces de alborada
tanto en la muerte dolorosa como en la resurrección triunfante. María
sabe que Dios es amor; esta certeza le basta. Nunca hubo abandono tan
perfecto en el Divino Beneplácito. Los clavos y la sangre, la corona
de espinas y la cruz, o el Calvario, todo es para María comunión con
el Espíritu Santo.
Ella coopera con su divino Espíritu a la
inmolación del Hijo y su fidelidad persevera más allá del sepulcro.
Es precisamente esta fidelidad la que será coronada en la hora solemne
de su entrada triunfal en la gloria la mano de su Asunción a los cielos.
Mientras van pasando las "Ave" del rosario, al correr monótono de cada
uno de los misterios, María que nos está escuchando, obtiene para Nosotros
la gracia de entrar en esta comunión con el Espíritu Divino. María nos
toma como por la mano y nos lleva a ÉL.
De esta suerte el rosario viene a ser como
el Cantar de los Cantares del Espiritú Santo y de María y por este motivo
es para nosotros el mejor medio de reavivar continuamente y de profundizar
nuestra devoción hacia el divino Espíritu. Las riquezas ocultas de esta
plegaria han inspirado a Georges Ouyau este elogio que parecerá exagerado
tan sólo a quienes cometan la ligereza de no penetrar hasta el corazón
de la misma:
"Esta oración que parece verbal es
la más espiritual de todas.
Esta oración que parece esclava es
la más libre de todas.
Esta oración que parece rudimentaria
es la más contemplativa de todas"
El enigma se le aclara a quien conoce
el encanto que tiene el rosario para el Corazón de María, ¿No es en
efecto cada "Ave" Un beso casto y amoroso que se da a María, una rosa
encarnada que se le presenta, una copa de ambrosía y de néctar que se
le ofrenda?» A esta luz se ve cuánta razón tiene el Manual al decir
del rosario que es en las reuniones de los legionarios lo que la respiración
a nuestro cuerpo.